lunes, 29 de octubre de 2007

La Península Ibérica en la Prehistoria y la historia antigua





El proceso de hominización en la península ibérica: nuevos hallazgos

La Prehistoria es el período más antiguo de la Historia y su estudio abarca desde el origen del hombre hasta la aparición de la escritura. En los últimos tiempos se ha avanzado de forma considerable en el conocimiento de este largo y oscuro período. La extensión de los estudios arqueológicos y los adelantos científicos que permiten un sistema de datación mucho más seguro explican estos avances.
Uno de los grandes temas de investigación y de debate es el proceso de hominización: la secuencia cronológica evolutiva que culmino con la aparición de la especie Homo. Para tratar de conocer este proceso, los prehistoriadores y arqueólogos estudian la evolución de los restos fósiles humanos y los instrumentos y restos que aparecen a ellos asociados en los yacimientos arqueológicos.
Hay acuerdo general en que la hominización se inicia en África.




Los Australopithecus, los ejemplares más antiguos datados en torno a hace 5-6 millones de años, evolucionaron hacia el Homo Habilis hacia 2.400.000 años. El Homo Habilis es la primera especie humana.En adelante, el panorama de la evolución se hace cada vez más complejo. Dos especies posteriores el Homo Ergaster y el Homo Erectus comenzaron a emigrar hacia Europa y Asia.
Los primeros restos humanos en la Península Ibérica se remontan a hace más de 800000 años. Los restos humanos más antiguos se han encontrado en la Sima de los Huesos (1974) y en la Gran Dolina (1996) de la sierra de Atapuerca en Burgos. Los 86 restos fósiles humanos hallados e Gran Dolina pertenecen a cráneos y mandíbulas de seis individuos (cuatro niños y dos adultos) que vivieron hace unos 800000 años y cuyas características antropomórficas parecen diferenciarlos de otros fósiles encontrados hasta la fecha en Europa, por lo que se considera que pertenecen a una nueva especie del género Horno a la que se le ha dado el nombre de Homo antecessor (“hombre pionero” o “el que antecede a los demás”).En la Sima de los Huesos se han hallado abundantes fósiles humanos (13 000 restos de esqueletos) que se consideran pertenecientes al denominado Homo heidelbergensis. Esta especie sirvió probablemente de transición entre el Homo Antecessor y el Homo Neandertalensis.Según el equipo de investigaciones de Atapuerca, estos primeros humanos llegaron a la Península procedentes de África. Se supone que su desplazamiento hacia Europa pudo deberse al seguimiento de las manadas de animales de las que dependía su alimentación.
Las dos últimas especies del género Homo que aparecieron en el territorio peninsular fueron el Homo Neandertalensis, con una antigüedad de unos 95000 años y el Homo Sapiens hace unos 35000 años. El Homo Neandertalensis se extinguió y no influyó en la posterior evolución hacia el Homo Sapiens. Este último ya era un ser humano con rasgos físicos semejantes a los actuales y era capaz de crear instrumentos de cierta complejidad y de expresar sus creencias mediante rituales funerarios y pinturas en los abrigos de piedra o en el interior de las cavernas.




Los pueblos prerromanos




Tras el largo período paleolítico, y concluido el largo proceso de hominización con la especie Homo sapiens sapiens, se inició el período neolítico en la Península Ibérica hace aproximadamente 5.000-3.000 años. Las nuevas comunidades agricultoras y ganaderas se asentaron creando poblados permanentes.
La Edad de los Metales se inicia con la edad del Cobre, en torno a 3.000 a.C., y continua con la Edad del Bronce (2.000 a.C.). Hacia 1.200 a.C., tiene lugar la primera de una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas.
Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1.200 a.C.) y la invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C. De este período han quedado abundantes restos arqueológicos, a los que se les une los primeros testimonios escritos de griegos y romanos sobre la península ibérica. Testimonios de difícil interpretación.

Los Pueblos Prerromanos:

Tartesos









Civilización muy brillante que se desarrolló en el suroeste peninsular en la primera mitad del primer milenio a.C.
Rodeada aún de misterio. Textos griegos y bíblicos hablan de una civilización muy rica. Se han encontrado restos importantes como el Tesoro de Carambolo (600-550 a.C.) pero no a la altura de lo que describen los textos de la época.
De cualquier manera, se piensa Tartesos tuvo un importante comercio que benefició a una poderosa aristocracia. A mediados del primer milenio, Tartesos se derrumbó. ¿Por la acción militar de los cartagineses? ¿Por problemas internos?





Los Iberos: los pueblos del sur y del este










En la zona mediterránea y meridional se asentaron diversos pueblos (indigetes, turdetanos...) que rasgos comunes. Muy posiblemente con una lengua común o similar.
El contacto con los colonizadores impulsó su desarrollo cultural. Tenían una economía agrícola-ganadera que también practicaba el comercio y la minería. Tenían pequeñas ciudades en zonas fácilmente defendibles y poseían una sociedad muy jerarquizada (aristocracia - esclavos). Gobernados por reyezuelos que gobernaban una o varias ciudades. Produjeron un arte muy refinado, el mejor ejemplo es la Dama de Elche.




Los pueblos del centro y del oeste









Aquí la influencia de los colonizadores mediterráneos llegó muy débilmente y la presencia celta (pueblos de lengua indoeuropea) fue importante. Se les denominó "celtíberos" (ilergetes, carpetanos, lusitanos...)
Su economía era agrícola-ganadera, con menor peso del comercio. Su sociedad mantenia una fuerte cohesión tribal y habitaban poblados fortificados como Numancia.
En el aspecto artístico, destaca la cultura de los verracos entre los vetones del valle del Tajo. Los verracos son grandes esculturas de animales ligadas a cultos ganaderos. El más célebre ejemplo son los Toros de Guisando.




Los pueblos del norte








Galaicos, astures, cátabros, várdulos, vascones.... se asentaron desde Galicia al Pirineo aragonés.
Pueblos muy atrasados, tenían una economía basada en la ganadería, la recolección y la pesca. El peso de la agricultura era escaso.
Como restos arqueológicos, destacan los castros, poblados de viviendas circulares construidos por los galaicos. Un buen ejemplo es el Castro de Coaña. Entre este pueblo tuvo un gran desarrollo las prácticas mágicas y de adivinización.





Las colonizaciones históricas: Fenicios, griegos y cartagineses





Tras el largo período paleolítico, y concluido el largo proceso de hominización con la especie Homo sapiens sapiens, se inició el período neolítico en la Península Ibérica hace aproximadamente 5.000-3.000 años. Las nuevas comunidades agricultoras y ganaderas se asentaron creando poblados permanentes.
La Edad de los Metales se inicia con la edad del Cobre, en torno a 3.000 a.C., y continua con la Edad del Bronce (2.000 a.C.). Hacia 1.200 a.C., la península las primera de una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas.
Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1.200 a.C.) y la invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C. De este período han quedado abundantes restos arqueológicos, a los que se les une los primeros testimonios escritos de griegos y romanos sobre la península ibérica. Testimonios de difícil interpretación.


Las Colonizaciones



En el primer milenio a.C. la zona mediterránea de la península va a recibir la llegada de oleadas colonizadoras de pueblos procedentes del mediterráneo que contaban con una cultura mucho más evolucionada que los aborígenes.
Fenicios, griegos y cartagineses llegarán, por este orden, a las costas mediterráneas. Su propósito era económico: buscaban metales (cobre, plata, estaño, oro) y otros productos (salazones, pesquerías...)

Fenicios





Los fenicios, procedentes de Fenicia, actual Líbano, llegaron en el siglo IX a.C. Fundaron diversas colonias entre las que sobresalió Gades (Cádiz) en el 800-750 a.C.







Griegos







Los griegos, procedentes de su colonia de Massalia (Marsella), fundaron diversas colonias en el litoral mediterráneo a partir del siglo VI a.C. Destacan Emporion (Ampurias) y Rhode (Rosas)






Cartagineses







Los cartagineses, procedentes de Cartago, colonia fenicia en el actual Túnez, crearon colonias muy activas como Ibiza, cuyo auge comercial se desarrolló del siglo V al III a.C, o Cartago Nova.





Legado de las Colonizaciones



El legado de las colonizaciones fue importante, aunque solo afectó a la costa mediterránea y el valle del Guadalquivir ¿Qué aportaron estos pueblos mediterráneos?


-Nuevos cultivos, como el olivo y el esparto
-Torno del alfarero (desarrollo de la cerámica)
-Acuñación de monedas, clave para el desarrollo comercial.
-Alfabeto. El fenicio y, posteriormente, el griego.
-Restos artísticos: sarcófago fenicio antropoide de Cádiz, tesoro fenicio de Aliseda, la ciudad griega de Ampurias...



Etapas de la conquista de la Península Ibérica por Roma




La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. y concluyó, tras un proceso largo y complejo, en el siglo I a.C.
Podemos distinguir tres etapas principales:




1ª etapa: Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a. C)




El inicio de la conquista se enmarcó en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (guerras que enfrentaron a Roma y Cartago por la hegemonía en el mediterráneo occidental).
Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante peninsular y desde allí atacaron Roma a través del sur de Francia y los Alpes. Roma contraatacó invadiendo las posesiones cartaginesas en Hispania a fines del siglo III. La victoria romana de Ilipa (209 a.C.) puso fin a la presencia cartaginesa en Hispania y consagró el dominio de Roma sobre el este y el sur peninsular.




2ª etapa: Conquista del centro y el oeste peninsular (155-133 a. C.)




Los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de los pueblos de esta zona. Los mejores ejemplos son las guerras lusitanas (155-136 a.C) en las que destacó Viriato, líder lusitano, y la férrea resitencia celtíbera en Numancia hasta su rendición en el 133 a.C.
La República romana vivió diversas guerras civiles que llegaron a la península. Las luchas internas de Roma dieron lugar a enfrentamientos bélicos en la península. Un buen ejemplo es el enfrentamiento entre Pompeyo y César (49-45 a.C.). Estos conflictos aceleraron el dominio romano sobre la península.




3ª etapa: Conquista del norte peninsular (29-19 a.C)




El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la dominación de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).






El proceso de romanización: el legado cultural


El concepto de romanización: integración plena de una sociedad determinada, en este caso la hispana, en el conjunto del mundo romano (economía, sociedad, cultura, religión). Por este proceso, los pueblos indígenas (iberos, celtíberos…) fueron asumiendo la cultura romana.La romanización es un momento clave de la historia cultural de los pueblos de la península. En ella podemos distinguir varios aspectos:


-El latín se impuso como lengua común

-El derecho romano (leyes, concepción del estado...)

-La religión politeísta romana (Júpiter, Saturno…) y, posteriormente, en el siglo I el cristianismo se difundió por el imperio romano y también por Hispania.


El proceso de romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador Caracalla en el siglo III extendió la ciudadanía a todos los habitantes libres del Imperio.
Hispania fue una de las provincias del imperio más romanizadas. Buena prueba de ello fue que varios emperadores nacieron en la península (Trajano, Adriano). También hubo importantes filósofos como Séneca y escritores como Quintiliano y Marcial.